SILVINA OCAMPO | |
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En el verano de un balcón, en Francia, mirábamos los cedros extranjeros y un demasiado azul en la distancia lago, lejos de ceibos y jilgueros. Nos gustaba una patria más vacía: no hay aquí una palmera, yo decía, no nos despierta el canto de las aves con las aguas barrosas, con las... | |
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Oh, desmedido territorio nuestro, violentísimo y párvulo. Te muestro en un infiel espejo: tus paisanos esplendores, tus campos y veranos sonoros de relinchos quebradizos, tus noches y caminos despoblados y con rebaños de ojos constelados... |